La naturaleza está recuperando vías ferroviarias abandonadas en Polonia, creando áreas de conservación sorprendentes que ayudan a proteger la diversidad vegetal en paisajes de cultivo intensivo.
Los prados de flores silvestres plantados artificialmente en las ciudades pueden albergar una cantidad similar de abejas y otros polinizadores que los prados naturales más grandes.
Las plantas de Nueva Zelanda que crecen en un jardín estadounidense son portadoras de una peligrosa enfermedad que podría amenazar la agricultura y las especies nativas.
Los científicos han desarrollado una forma de contar e identificar automáticamente plantas con flores utilizando drones e inteligencia artificial, agilizando los estudios de hábitat.
A pesar de su modesto tamaño, los jardines privados tienen un gran impacto en la lucha contra el cambio climático cuando trabajan juntos, según revela un nuevo estudio de 2.4 millones de jardines flamencos.
En la Declaración de 2030 sobre la recolección científica de plantas y hongos, los botánicos de todo el mundo se comprometen a trabajar juntos para encontrar las plantas y los hongos desconocidos de la Tierra antes de que desaparezcan.
Científicos brasileños descubrieron que la gravedad ayuda a las flores de las orquídeas a darse vuelta, haciéndolas más atractivas para los polinizadores.
Los vendedores y compradores de plantas tienen dificultades para verificar si las plantas carnívoras raras fueron recolectadas legalmente de la naturaleza.