Los experimentos de siembra recíproca a lo largo de gradientes ambientales permiten evaluar la adaptación local y la plasticidad fenotípica como mecanismos in situ para hacer frente al cambio climático. Sánchez et al. utilizó este enfoque para inferir el potencial de adaptación de cinco arbustos especialistas en yeso a la creciente aridez en el centro de España.
Como no se detectó evidencia de adaptación local, la respuesta plástica y tolerante al estrés exhibida por las semillas y las plántulas pueden ser las únicas características que permitirán a los gitofitos hacer frente al cambio climático en sus hábitats similares a islas.